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Bruselas da luz verde al nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de España

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico acaba de anunciar a través de su perfil X (antes Twitter) que la Comisión Europea ha respaldado la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2023-2030. El Gobierno presentó a Bruselas un Pniec 2021-2030 en abril de 2020, documento que ya recibió el visto bueno de la Comisión en su momento, revisó al alza los objetivos de ese Plan hace unos meses, lo envió nuevamente a la Comisión y esta -informa el Ministerio- ha respaldado esa nueva versión del Pniec (2023-2030), que, entre otros, eleva el Objetivo 2030 de penetración de renovables en el sector eléctrico del 74% (Pniec de abril del 20) al 81% (Pniec actual).

La actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2023-2030 es «la principal hoja de ruta energética para España» y supone -continúa el Ministerio- «mayor ambición para 2030 en el desarrollo de energía limpia, menos emisiones, más renovables, más movilidad eléctrica y más soberanía energética». El Plan al que la Comisión acaba de dar su visto bueno, tal y como adelanta el Ministerio, «confirma el objetivo de descarbonización a 2050 y los objetivos y planes para el transporte y los combustibles marítimos sostenibles». Además, en cuanto a la financiación, «detalla información clara sobre movilización e inversiones esperadas y tiene en cuenta -apuntan desde Transición Ecológica- el Fondo de Eficiencia Energética Nacional«.

El documento ahora aprobado eleva extraordinariamente los objetivos que planteaba el anterior Plan del Gobierno. En apenas cuatro años (el anterior Pniec fue elaborado en 2019 y enviado a Bruselas en abril del 20), el Gobierno ha incrementado el objetivo eólico desde los 50.333 megavatios (eso era lo que proponía el Ejecutivo en aquel primer Pniec) hasta los 62.044 (o sea, +23%). Más aún crece la ambición del Pniec en materia de fotovoltaica (FV), pues mientras que el documento de 2020 fijaba como objetivo alcanzar en esa fecha los 39.181 megas, el Pniec ahora aprobado eleva ese guarismo hasta los 76.387 megvatios, lo que supone casi duplicar el objetivo primero (aquellos 39.000 señalados en 2020) y triplicar la potencia FV ahora mismo instalada (25.085 MW). 

[Bajo estas líneas, el antes y el después: los objetivos del Pniec 2020 y los ahora aprobados (Pniec 2023). Como se aprecia, el Gobierno ha incrementado su ambición en todos los segmentos. Más abajo detallamos algunos extremos más (en cuanto a objetivos actualizados) en otras tres tablas].

Pero si eólica y fotovoltaica ganan muchos megavatios de ambición, distinta suerte corre la termosolar, que en el primer Pniec tenía fijado como objetivo los 7.303 MW operativos en 2030 (véase en la tabla de abajo, extraída del Pniec que finalmente fue aprobado en 2020), pero que ahora, sorprendentemente, pierde fuelle y se queda en 4.800 (véase la siguiente tabla, donde recogemos el objetivo ahora aprobado, el que señala el Pniec 2023). Adelgaza pues la termosolar, y eso que el sistema va a tener problemas de encaje (de renovables) si no desarrolla soluciones para compensar las producciones eólica y fotovoltaica, que no son gestionables: el viento sopla cuando sopla (independientemente de que haya mucha o poca demanda) y el Sol tiene un horario, inamovible, muy concreto. Es decir, que van a hacer falta soluciones de almacenamiento, para acumular la electricidad solar del mediodía por ejemplo y aprovecharla por la noche, o para acumular el viento intenso de la madrugada y aprovecharlo a las ocho de la mañana, cuando sí se dispara la demanda. La termosolar lleva años ofertándose como solución de almacenamiento, ergo de flexibilidad, pero no ha cundido su discurso en el Ejecutivo, que ha rebajado el objetivo termosolar de 7.303 a 4.800 megavatios (las centrales termosolares cuentan con tanques de sales térmicas que acumulan el calor del día para liberarlo por la noche y generar electricidad con él entonces; el sector presume de ser «la solar nocturna«).

El Gobierno, conocedor del problema que se le viene encima (mucha renovable -fundamentalmente eólica y fotovoltaica- poco gestionable) ha incrementado en este Pniec su objetivo de almacenamiento desde los 12.000 MW que contemplaba el anterior (sumados bombeo y almacenamiento) a 18.000 MW, pero rebaja objetivo -cabe insistir- en la más española de las tecnologías renovables, la termosolar, que pasa de 7.300 a 4.800, como se ha dicho.

La Estrategia de Almacenamiento Energético, que es el documento estratégico con el que el Gobierno ha concretado las medidas y ámbitos clave (en materia de almacenamiento) previstos en el Pniec I, fue aprobada en febrero del 21, y preveía disponer de 20.000 megavatios de almacenamiento energético en 2030. Pues bien, con el nuevo Pniec -asegura ahora el Gobierno- se superan estas previsiones, elevándolas a 22.000 MW (el Ejecutivo mete ahí los 18.000 susodichos y les suma 4.000 de la termosolar).

[Bajo estas líneas, a la derecha, tabla con los objetivos (en materia de potencia renovable) del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, donde aparecen los 7.303 megavatios de termosolar previstos como objetivo a 2030. Más abajo, el borrador de Pniec II enviado por el Gobierno a Bruselas, que reduce esa potencia hasta los 4.800, borrador de actualización del Pniec que la Comisión Europea acaba de respaldar]. 

La casilla del almacenamiento (véase la tabla que aparece más abajo) luce así lustrosa: pasa de 2.500 a 18.500 (ó a 22.000, tal y como matiza el Ministerio en el asterisco a pie de tabla). Transición Ecológica incluye ahí (en esos 22 GW) todos los bombeos (que antes aparecían por separado, tal y como se aprecia en la tabla aledaña) y la «adelgazada» termosolar. O sea, que el incremento (de los 20, recogidos en la Estrategia de hace dos años, a los 22 de hoy) es muy leve (+10%). O extraordinariamente leve si tenemos en cuenta que la cuota renovable crece mucho mucho más: eólica (+23%), fotovoltaica (+94%).

[Sobre los riesgos que entraña el disparo de potencia renovable no acompañado por soluciones de almacenamiento léase la edición de abril de Energías Renovables (ER220), que abrimos con un amplio Especial Almacenamiento, en el que incluimos varios reportajes sobre el particular, como A dos años del colapso o Sin balón no hay partido].

Todo el gas
También sorprende sobremanera el hecho de que, en la transición que ha diseñado el Ministerio para la Transición Ecológica hacia el horizonte 2030 no se toque ni un solo megavatio de gas (hoy hay 26.612 y 26.612 habrá ese año horizonte). Desaparece el carbón, se reduce a menos de la mitad la nuclear, pero el Ejecutivo parece atrincherado en el gas, que no merma ni un ápice (sobre el particular, léase La termosolar se postula para sacar al gas del sistema eléctrico nacional, asunto sobre el que por cierto ahondaremos en la próxima edición de Energías Renovables en papel (ER223).

[Bajo estas líneas, los objetivos, tal y como han quedado concretados en este Pniec actualizado y, a su derecha, tabla comparativa entre el Pniec I y el Pniec II al que Bruselas acaba de dar su visto bueno].

Por lo demás, el nuevo Pniec eleva hasta el 81% el peso renovable en el mix 2030 (frente al 74% previsto) y eleva así mismo su ambición GEI: el objetivo de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) fijado en el Pniec de hace tres años era -23%. Y el objetivo ahora es -32% (con respecto a lo que España emitía en 1990).

El nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima también «prevé -explican desde el Gobierno- reforzar la cadena de valor industrial y la autonomía estratégica del país, crear más de 500.000 empleos y mejorar la salud de los ciudadanos, evitando la mitad las muertes prematuras asociadas a la contaminación atmosférica al final de la década».

Además, se ha incrementado la ambición de objetivos como rehabilitar 1,38 millones de viviendas, frente a 1,2 millones, o disponer de un parque de vehículos eléctricos de 5,5 millones. Y se han introducido metas nuevas, en coherencia con los nuevos objetivos europeos, como consumir un 73% de energía renovable en los edificios, alcanzar 11 GW de electrolizadores para producir hidrógeno verde, o disponer de 19 GW de autoconsumo.

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