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Los coches eléctricos chinos amenazan la industria europea

Los fabricantes avisan, Europa se enfrenta a un desastre económico por la invasión de los coches eléctricos chinos

La llegada de los grandes grupos chinos está poniendo muy nerviosos a los fabricantes occidentales. Principalmente en una Europa que no ha puesto en marcha medidas proteccionistas para su potente industria del automóvil que según los estudios, se enfrenta a un potencial desastre por el impacto de los productos chinos.

Así lo indica por un lado un informe de la consultora Allianz Trade, que es estimado que para 2030 los grupos europeos podrían perder hasta 7.000 millones de euros al año por culpa del impacto de los coches eléctricos chinos.

El informe pone sobre la mesa algunas de las medidas necesarias para que el golpe de los productos del gigante asiático no sea definitivo para la industria del automóvil europea. Principalmente aluden a las medidas proteccionistas como herramienta para reducir la ventaja competitiva de los coches chinos.

Se propone enfrentar el desafío con aranceles recíprocos sobre los vehículos importados de China, tanto los fabricados por marcas locales como por grupos occidentales. Algo que favorecerá la alternativa de producir sus coches dentro de las fronteras de la UE.

Una de las voces más autorizadas del sector es la Directora Ejecutiva de Peugeot, Linda Jackson, que también ha avisado que los fabricantes chinos de vehículos eléctricos son una amenaza creciente porque ofrecen mejores coches que en el pasado a precios asequibles.

«Para mí, el mayor peligro [para los precios de los vehículos eléctricos] es la llegada de los chinos porque vienen con precios bastante competitivos y con muy buenos vehículos»

La máxima responsable de Peugeot ha continuado: “Lo que debemos hacer es asegurarnos de tener la tecnología y no necesariamente tratar de fabricar los coches más baratos, sino obtener la mejor relación calidad-precio.»

Los comentarios de Jackson y el estudio de Allianz Trade hacen eco de una advertencia del CEO de Stellantis, Carlos Tavares, en el CES de este año en enero de que la industria automotriz europea enfrenta una «pelea terrible» con los grupos chinos.

La doble amenaza de los fabricantes chinos

Coches electricos chinos amenazan la industria europea

Las empresas automovilísticas europeas se enfrentan a una doble amenaza por la perspectiva de una caída de las ventas de sus propios vehículos en China, el principal mercado automovilístico mundial, donde los fabricantes locales han aumentado exponencialmente su cuota de mercado en los últimos años, pero también se enfrentan al desafío del aumento de las ventas de coches eléctricos chinos importados, construidos en China por fabricantes de automóviles chinos u occidentales.

Según las estimaciones de Allianz Trade, las importaciones de vehículos eléctricos chinos podrían costarle a la Unión Europea más de 24.000 millones de euros en producción económica en 2030, o el 0,15% del producto interno bruto del bloque.

Pero el mayor golpe se lo llevarán aquellas economías con mayor dependencia del sector del automóvil, Alemania, Eslovaquia y la República Checa, que podrían enfrentar un golpe de entre el 0,3 y el 0,4% del PIB ya a corto plazo.

La estudios ponen sobre la mesa lo mucho que hay en juego para la industria automotriz de Europa: cuatro de cada cinco automóviles vendidos en Europa se ensamblan localmente. Europa es también la principal potencia exportadora mundial en el sector, con una actividad que genera entre 70.000 y 110.000 millones de euros en superávit comercial para la economía europea cada año durante la última década.

Pero la falta de medidas proteccionistas hace que Europa sea un objetivo fácil para los grupos chinos que en los últimos años han invertido ingentes cantidades de dinero en el desarrollo de sus gamas eléctricas, así como en el levantamiento de grandes fábricas de coches y baterías.

Algo que incluso el gobierno de Estados Unidos ha sido consciente, levantando murallas económicas para evitar la entrada de coches chinos, también los coches eléctricos fabricados de forma local con baterías llegadas de China. Algo que ha provocado que Europa sea ahora el objetivo.

Y es que hoy en día suceden situaciones tan absurdas como que un coche llegado de China tenga derecho a las mismas ayudas públicas que un modelo fabricado en España. En cambio, un coche fabricado en España se enfrenta a duras condiciones arancelarias para entrar en China, y no podrá acceder a las ayudas del gobierno.

Por otro lado también hay argumentos para defender la situación actual, ya que no dista demasiado de las políticas de los grandes grupos europeos que han abogado por la necesidad de fabricar en Marruecos, Egipto o Argelia, para importar a Europa y mantener sus elevados márgenes comerciales.

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