En un nuevo estudio, publicado en Nature Communications, un grupo de investigadores han utilizado varios modelos teóricos para identificar metales que resultaron ser efectivos en una reacción que puede convertir el dióxido de carbono en fuente de energía limpia y sostenible.
Esta reacción se basa en catalizadores ferroeléctricos, comprendidos en átomos de metales y cuya reacción puede reducir el CO₂ de tal manera que los investigadores prometen que se puede aliviar la contaminación ambiental y la crisis energética actual.
Tratar el dióxido de carbono en lugar de enviarlo a la atmósfera
Esta investigación se realizó utilizando la Infraestructura Computacional Nacional de la Universidad Nacional de Australia, observando cómo los átomos individuales de algunos metales reaccionarían con piezas bidimensionales de materiales ferroeléctricos.
Los metales que finalmente resultaron ser efectivos durante la investigación fueron el níquel, el niobio, el paladio, el renio, el rodio y el circonio.
Los materiales ferroeléctricos que se utilizaron cuentan con una carga positiva en una cara y una carga negativa en otra, y al aplicarle un voltaje, esta polarización se puede invertir.
En el primer modelo teórico, los investigadores encontraron que, la adición del átomo del metal catalizador al material ferroeléctrico, dio como resultado la conversión del gas de efecto invernadero en un combustible químico deseado.
Una vez invertida la polaridad, el estado se conservará para actuar como catalizador en la conversión del dióxido de carbono y así podrá ser utilizado como una fuente de energía limpia.
Es decir, el átomo del metal catalizador se adhiere al material ferroeléctrico que, en reacción con el CO₂, se convierte en un combustible químico que puede utilizarse como fuente de energía.
El profesor Kou aseguró que, los resultados de este estudio podrían eventualmente conducir a una forma de agregar un recubrimiento a los motores o sistemas industriales que convertiría el dióxido de carbono en lugar de liberar más gas a la atmósfera.
Las emisiones de dióxido de carbono son unas de las principales causas del cambio climático y por lo cual desde la Unión Europea están trabajando para poder reducirlas, como con la prohibición de las ventas de coches de combustión interna a partir de 2035.
Por eso, son muchas las investigaciones acerca de cómo poder aprovechar el CO₂ que se emite para que no llegue a la atmósfera, desde baterías de dióxido de carbono, o aprovecharlo para la agricultura e incluso esta revolucionaria pintura que absorbe el CO₂.