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Crisis COVID-19: Bosch defiende la diversidad tecnológica y los combustibles sintéticos como única forma de alcanzar la neutralidad climática en 2050

Después de parar la producción en casi 100 localizaciones en todo el mundo durante el mes en curso, Bosch se está preparando para una reanudación gradual de la producción. “Queremos garantizar un suministro fiable para satisfacer la creciente demanda de nuestros clientes, con el fin de ayudar a la economía mundial a recuperarse lo más rápidamente posible”, dijo Volkmar Denner, presidente del Consejo de Administración de Robert Bosch GmbH, en la conferencia de prensa anual de la compañía

“Nuestro objetivo es sincronizar la reanudación de la producción y asegurar las cadenas de suministro, especialmente en la producción automotriz”. Según Denner, para tener éxito en el aumento de la producción, la compañía está implementando numerosas medidas para garantizar que los trabajadores estén adecuadamente protegidos contra el riesgo de infección por coronavirus.

“Siempre que sea posible, queremos contribuir con nuestros conocimientos a los esfuerzos para contener la pandemia, por ejemplo, a través de nuestra prueba rápida Covid-19, recientemente desarrollada, y a nuestro dispositivo de análisis Vivalytic”, dijo el CEO de Bosch, Denner. “La demanda es enorme. Estamos haciendo todo lo posible para incrementar significativamente la producción y, así, aumentaremos su capacidad cinco veces por encima de nuestros planes originales para fin de año”, continuó. Bosch tiene la intención de producir más de un millón de tests rápidos en 2020 y aumentar a tres millones el próximo año. El test rápido ya se está suministrando a clientes en Europa con una etiqueta de “uso exclusivo para investigación” y se puede utilizar después de su validación. Bosch espera obtener la marca CE para el producto a finales de mayo. Una prueba aún más rápida, que puede detectar de manera fiable los casos de Covid-19 en menos de 45 minutos, se encuentra en fase final de desarrollo.

Asimismo, trece fábricas de Bosch en nueve países han tomado la iniciativa y están produciendo mascarillas para sus necesidades locales, y la compañía está configurando dos líneas de producción totalmente automatizadas en la localización de Stuttgart-Feuerbach, a la que seguirán otras líneas en Erbach (Alemania), así como en India y México. Además, Bosch también produce 5.000 litros de desinfectante por semana en Alemania y Estados Unidos.

A pesar de los desafíos de la situación actual, Bosch sigue su curso estratégico a largo plazo. El proveedor de tecnología y servicios continúa persiguiendo constantemente objetivos climáticos ambiciosos y está desarrollando las actividades necesarias para expandir una movilidad sostenible. Hace aproximadamente un año, Bosch anunció que sería la primera empresa industrial operando a nivel global en ser neutral en carbono, para finales de 2020, en sus 400 localizaciones en todo el mundo. “Alcanzaremos este objetivo”, dijo Denner. “A finales de 2019, logramos la neutralidad en carbono para todas nuestras localizaciones en Alemania. A día de hoy, estamos al 70 por ciento para conseguirlo en todo el mundo”. Para hacer realidad la neutralidad en carbono, Bosch está invirtiendo en eficiencia energética, está aumentando la proporción de energías renovables en su suministro de energía, está comprando más energía verde y está compensando las emisiones de carbono inevitables. “La proporción de compensaciones de carbono será significativamente menor de lo planificado para 2020, con solo un 25 por ciento en lugar de casi el 50 por ciento”, dijo Denner.

Cuando se trata de la acción climática, Bosch está adoptando dos nuevos enfoques para garantizar que sus propios esfuerzos tengan un efecto multiplicador en la economía. Un objetivo es hacer que las actividades previas y posteriores a lo largo de la cadena de valor, desde los bienes adquiridos hasta los productos vendidos, sean lo más neutrales posible con respecto al clima. Para 2030, el valor de las emisiones asociadas (Scope 3) deberían disminuir un 15 por ciento o en más de 50 millones de toneladas por año. Con este fin, Bosch ha acordado un objetivo con la iniciativa ‘Science-Based-Target’ (Objetivos Basados en la Ciencia) por la que se ha convertido en el primer proveedor automovilístico en comprometerse con un objetivo medible. Además, la compañía agrupará el conocimiento y la experiencia de sus casi mil expertos en todo el mundo, así como la experiencia de sus más de mil proyectos propios de eficiencia energética en una nueva compañía de consultoría, denominada Bosch Climate Solutions.

“La protección del clima sigue siendo vital para la supervivencia de la humanidad: cuesta dinero, pero no hacer nada costará aún más”, dijo Denner. Para él, lo importante es una amplia ofensiva tecnológica que no solo proporcione una única ruta hacia la movilidad sostenible basada únicamente en la batería eléctrica, sino que también tenga en cuenta los motores de combustión eficientes y, especialmente, los combustibles sintéticos renovables, eFuels, y las pilas de combustible. El CEO de Bosch pidió una entrada valiente en la economía del hidrógeno y la producción eFuels, una vez que la crisis del coronavirus haya pasado. En su opinión, esta es la única forma en la que Europa pueda ser neutral al clima para 2050.

La acción climática está acelerando el cambio estructural en muchos sectores. “El hidrógeno se está volviendo cada vez más importante, tanto para la industria automovilística como para la tecnología de construcción. Bosch está muy bien preparada para esto”, dijo Denner. Bosch y su socio Powercell ya están trabajando para comercializar módulos de pilas de combustible móviles para su utilización en vehículos. Su lanzamiento al mercado está previsto para 2022. Así es como Bosch pretende posicionarse con éxito en otro mercado en crecimiento: para 2030, uno de cada ocho camiones pesados nuevos matriculados podría funcionar con pila de combustible. Además, Bosch está trabajando con su socio Ceres Power en pilas de combustible estacionarias, que pueden suministrar electricidad a edificios, tales como centros informáticos. Bosch anticipa un volumen de mercado, para 2030, de más de 20.000 millones de euros para las plantas de energía basadas en pilas de combustible.

“A medida que se intensifique la acción climática, las soluciones eléctricas se limitarán, en el corto plazo, a complementar las soluciones de combustión dominantes hasta ahora”, enfatizó Denner. Es por eso, que Bosch está persiguiendo el desarrollo de una propulsión tecnológicamente neutral. Según la investigación de mercado de Bosch, dos de cada tres vehículos nuevos que se matriculen en 2030, seguirán funcionando con diésel o gasolina, con o sin hibridación. Por este motivo, la compañía continúa invirtiendo en motores de combustión altamente eficientes. Gracias a la nueva tecnología de gases de escape de Bosch, las emisiones de NOx de los motores diésel se han eliminado casi por completo, como ya han demostrado pruebas independientes. Bosch también continúa desarrollando sistemáticamente el motor de gasolina. Con medidas internas en el motor y un post tratamiento eficiente de los gases de escape, el límite de partículas del estándar Euro 6d puede reducirse en aproximadamente un 70 por ciento. Además, Bosch está comprometida con los combustibles renovables, ya que la flota de vehículos actual, también debe contribuir a reducir el CO2. Los denominados eFuels, es decir, los combustibles sintéticos que se producen exclusivamente a partir de energías renovables, pueden conseguir que el motor de combustión sea neutral en CO2. Según Denner, tendría más sentido que estos combustibles sintéticos renovables compensen el consumo de la flota, en lugar de endurecer la normativa de CO2 para la industria automotriz en un momento de crisis.

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