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España perderá su liderazgo portuario con las nuevas tasas de CO2 de la UE a los barcos

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El puerto de Algeciras, el mayor del país, advierte de “efectos devastadores” por el desvío de mercancías a los puertos del norte de África, donde no se aplicará la normativa europea

La nueva legislación medioambiental de la UE le puede costar muy caro a los puertos españoles, al desviarse buena parte de su tráfico de mercancías hacia otros puertos del norte de África sin estos requerimientos ni tasas por emisiones de CO₂.

Una buena muestra es el puerto de Algeciras, el mayor de España y el cuarto de Europa, además de primero del Mediterráneo. Este enclave mueve más de 100 millones de toneladas anuales desde 2016, como recordó este martes su presidente, Gerardo Landaluce, en la presentación del balance 2021.

Desde 2007, este gran puerto español —que mueve el 20% del total nacional— compite con el cercano puerto marroquí Tánger-Med, donde el reino alauita ha invertido miles de millones para crear su alternativa a España, que sigue ampliando en sus cuatro terminales y que ha superado ya a Algeciras en movimiento de contenedores gracias a sus menores costes. Además, en estos momentos el país vecino sureño construye otro nuevo gran puerto, Nador West Med, junto a Melilla.

A esta compleja situación se ha unido ahora la decisión de la UE de aplicar un nuevo sistema de control de emisiones de C02 que la Comisión Europea pretende aplicar de forma gradual entre 2023 y 2026 a los barcos y que supondrá un nuevo coste.

En concreto, la Comisión Europea presentó el pasado mes de julio su paquete legislativo Fit for 55, que apoya su compromiso de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030. Entre esta nueva normativa del Green Deal (Pacto Verde), la principal iniciativa es la Emission Trading Sistem (ETS), que supone la inclusión a corto-medio plazo de los buques mercantes en el Régimen de comercio de derechos de emisión de la UE, que se aplica a las industrias desde 2005 y al transporte aéreo desde 2012.

El puerto de Algeciras ha presentado sus alegaciones a esta nueva normativa tras un estudio realizado por Shipping Business Consultants, al que ha tenido acceso El Confidencial, que llega a afirmar que «la actividad del puerto de Algeciras podría perder el 60% de sus operaciones de transbordo a favor de Tánger-Med», lo que supondría sufrir “una caída del volumen de negocio de hasta 300 millones de euros anuales, poner en riesgo unos 1.600 puestos de trabajo directos o un impacto regional indirecto más amplio de hasta 4.200 empleos”.

Algeciras opera en torno a cinco millones de contenedores TEU al año, de los cuales el 85% del volumen es de transbordo, es decir, mercancía que llega en grandes barcos por corredores internacionales a este puerto, donde es cambiada a otros buques más pequeños para su distribución. La ubicación geoestratégica de este puerto español es ideal como ‘hub’ de transbordo. Esta actividad supone también el 50% del puerto de Valencia o el 20% del puerto de Barcelona.

España lidera hasta hoy el tráfico de contenedores de la UE, según Erostat. En el año 2020 movió 16,7 millones, lo que supone un 17,7% del total europeo. A España le siguen Alemania (14,9% del total de la UE), Países Bajos (14,5%), Bélgica (13,4%) e Italia (12,2%). En conjunto, estos cinco países tenían más del 70% de los contenedores manipulados en los principales puertos comunitarios.

Sin embargo, la nueva normativa europea perjudicará especialmente a España y otros puertos europeos del Mediterráneo, que verán cómo su actividad se desplaza a los puertos del norte de África. El presidente de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA), Gerardo Landaluce, insistió este martes en que tal y como está planteada en la propuesta inicial de la UE, la inclusión del transporte marítimo en el alcance de la norma comunitaria tendrá un “previsible impacto negativo en los transbordos de los puertos del Sur de Europa, tráficos estratégicos para asegurar la cadena logística europea y la conectividad de sus puertos”. Según ha explicado, “se produciría una fuga de escalas a puertos cercanos no europeos para disminuir el pago de los derechos de emisión”.

En este sentido Landaluce reivindica que si realmente queremos conseguir el objetivo de reducir emisiones globales “todos debemos tener las mismas reglas de juego”, ya que de lo contrario, se crearían “paraísos fiscales desde el punto de vista del C02 que no solucionarán el problema medioambiental”. “Las emisiones no se reducirán mientras el daño económico a los puertos con actividad de transbordo en el Sur de Europa será irreversible”, insistió.

Por todo ello, el puerto algecireño ha presentado sus alegaciones, aunque este martes pidió una “política de Estado” para que España haga ver a las autoridades europeas esta situación. En ese sentido, dijo estar “alineado” con Puertos del Estado, la Oficina Española del Cambio Climático y el Ministerio de Transporte (Mitma) pero reclamó un nuevo impulso para conseguir una voz única del país ante la UE.

La batería de alegaciones del sector busca que durante la tramitación en el Parlamento y el Consejo Europeo se establezcan fórmulas que eviten la distorsión de la libre competencia con terceros países vecinos y la iniciativa proteja la cadena logística europea. Se han presentado más de un centenar de alegaciones, la mayoría desde Bélgica, Alemania y España.

El puerto de Algeciras acoge 29.000 escalas de buques al año, convirtiéndolo en el más activo de España. El empleo directo alcanza los 6.000 puestos de trabajo, pero sumando el indirecto e inducido, más de 28.500 personas viven de esta actividad, que genera un valor añadido bruto de más de 2.000 millones de euros.

En el año 2021, este puerto movió 105,2 millones de toneladas, tras un pequeño descenso del 1,9%; si bien en el tráfico de contenedores sufrió una caída del 7,4% hasta los 4,7 millones de contenedores TEUS. Además, desde el inicio de la pandemia son casi 10 millones de pasajeros y dos millones de vehículos que han dejado de pasar por sus instalaciones, al haberse cancelado la Operación Paso del Estrecho anual, que supone un tercio de la facturación del puerto algecireño. De hecho, el vecino puerto de Tarifa lleva todo este tiempo sin actividad comercial.

El otro gran frente del puerto de Algeciras es su histórica demanda de que se finalice su conexión ferroviaria con el resto de Europa a través del ramal central del corredor europeo mediterráneo. Landaluce anunció ayer que en este año invertirá 19,2 millones de euros en mejoras del sistema ferroviario, aunque reclamó celeridad al Gobierno para que esa infraestructura sea una realidad en el menor tiempo posible.

El tráfico ferroviario ha alcanzado cifras récord con casi 200.000 toneladas y 34.490 teus (+64%) en casi 1.000 trenes (+31%), datos en los que no está incluida la actividad desde San Roque Mercancías, que da servicio a las industrias de la Bahía. Ante las previsiones de crecimiento y la incorporación de los tráficos que traerá la Autopista Ferroviaria Algeciras-Zaragoza (que debe entrar en funcionamiento en 2024) Algeciras sigue reclamando la mejora de su conexión ferroviaria que debe materializarse de forma “irrenunciable” en la mejora del trazado y la doble vía entre Algeciras y Bobadilla-Antequera, de forma que el ramal central de los corredores mediterráneo y atlántico cumpla con los estándares europeos de los corredores prioritarios de la UE. En este sentido, el presidente de la institución ha mostrado su preocupación, ya que “existe la demanda y la necesidad” pero en las previsiones de ADIF el trazado se mantiene y solo está previsto el tercer hilo electrificado.

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