La candidata designada como futura eurocomisaria de Energía, la liberal estonia Kadri Simson, avanzó que diseñará una política centrada en la lucha contra el cambio climático pero sin mermar la competitividad de las empresas vía precios, y en la que tendrán mucho peso las renovables y el gas.
Es el mensaje principal que trasladó Simons a las comisiones del Parlamento Europeo para Industria, Investigación y Energía y para Medioambiente en una audiencia de tres horas que coincidió con el anuncio del primer ministro de Estonia, Jüri Ratas, de que su Gobierno cambia su posición y ahora apoya el objetivo de neutralidad climática en 2050.
Junto con Hungría, Polonia y Chequia, Estonia era hasta ahora uno de los únicos países de la UE que no respaldan la meta de que la Unión Europea no emita más emisiones contaminantes de las que sea capaz de absorber en 2050. Simson, de 42 años y exministra de Economía de Estonia (2016-2019), abogó por alcanzar la “neutralidad climática dentro de un mercado único interconectado y que funcione adecuadamente”.
“Sí, apoyo la neutralidad climática. Creo que es una buena idea si queremos alcanzar los 1,5 grados” como máximo de incremento de las temperaturas en 2100 como marca el Acuerdo del Clima de París, dijo. La futura comisaria de Energía, cargo que -con el añadido de Acción Climática- actualmente ocupa el español Miguel Arias Cañete, se comprometió a que “si falta ambición” insistirá “para que los Estados miembros caminen en la buena dirección”.
Innovación europea
“Podemos ser neutrales en el cambio climático y mantener la competitividad de las empresas”, dijo Simson, quien señaló que “hay que seguir de cerca” los precios. Apostó por la innovación para que Europa esté en “la vanguardia” de la energía mundial y genere “más trabajo, más crecimiento y más competitividad” al tiempo que los precios “sigan siendo asequibles”.
“Somos los líderes mundiales en patentes energéticas pero nuestras inversiones no están avanzando al ritmo adecuado”, reconoció la estonia, quien citó varias formas de mejorar esa situación, por ejemplo, convirtiendo en parte el Banco Europeo de Inversiones (BEI) “en un banco para el clima”.
En ese sentido, se refirió a la “inversión en redes y en mejorar el almacenamiento” así como en la “digitalización del mercado energético” y “otros elementos como la ciberseguridad e inteligencia artificial”, además de firmar “cada vez más contratos energéticos en euros” para reforzar la divisa europea.
El gas, “papel clave”
“El gas va a desempeñar un papel clave en la transición hacia la neutralidad climática”, acompañando a las energías renovables, dijo Simson, quien añadió que en el futuro “no hablaremos tanto de gas natural sino de biogas, de hidrógeno y de nitrógeno”.
“No habrá una solución que pueda aplicarse a todas las regiones por igual” sino que habrá que diseñar “una respuesta específica”, señaló Simson al ser preguntada por las regiones caboneras de la UE, como Asturias, Aragón y Castilla-y-León, que serán de “las más afectadas” dentro de una transformación energética en la que “pueblos desde Galicia hasta Silesia que van a tener que enfrentarse a numerosos cambios”.
Además del BEI, esa transición estará respaldada por instrumentos “para desarrollar la economía y generar empleos”, como un Fondo de Transición Equitativa Justa para “apoyar a las regiones dependientes en carbón (…) en la fase anterior” a la “reducción drástica hasta cero emisiones”, que administrará la candidata a comisaria de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira.
“Otro de los elementos claves es la lucha contra la pobreza energética”, que afecta al 8 % de la población europea, unos 50 millones de ciudadanos. Preguntada sobre la viabilidad del objetivo de interconexión del 15 % para 2030 en la UE cuando los enlaces de la península ibérica con el resto de europa está en el 2,8 %, Simson abogó por “financiar esos tramos que falten” a través de proyectos con fondos europeos como el del Golfo de Vizcaya para trasladar energía de Francia a España.
Ecologistas critican planteamiento
Organizaciones y partidos ecologistas criticaron la comparecencia parlamentaria de la candidata designada como futura comisaria europea de Energía, la liberal estonia Kadri Simson, a quien le reprocharon su excesiva ambigüedad y su apoyo a las inversiones gasísticas a largo plazo.
En una comparecencia ante las comisiones de la Eurocámara responsables de Industria, Energía y Medioambiente, Simson avanzó que diseñará una política centrada en la lucha contra el cambio climático pero sin mermar la competitividad de las empresas vía precios, y en la que tendrán mucho peso las renovables y el gas.
“Ha sido un desempeño alarmantemente débil de la candidata para liderar la transformación energética de Europa para evitar la crisis climática”, señaló en un comunicado la organización Amigos de la Tierra.
Esa asociación lamentó que Simson fuera “ambigua sobre la necesidad de eliminar los combustibles fósiles a gran velocidad” y le reprocharon una falta de “visión para acelerar la transformación verde y justa de nuestra energía”.
En la misma línea, Greenpeace señaló que Simson hizo ante los eurodiputados “promesas contradictorias sobre la acción climática y el gas que podrían significar un desastre para sus credenciales climáticas” al defender el objetivo de neutralidad climática en 2050 al tiempo que apoyó “inversiones en nuevos gasoductos y terminales que podrían estar en uso hasta después de 2050”.
“Buscar la neutralidad de carbono al invertir en gas es como decir que planeas dejar de fumar cambiando las marcas de cigarrillos”, agregó Greenpeace, que añadió “no tiene sentido decir que harás lo que sea necesario para luchar colapso climático al tiempo que atrapas a Europa en décadas de dependencia de los combustibles fósiles”.