A pesar del hundimiento de las ventas de carburante, la red nacional de estaciones de servicio mantiene su actividad y sigue prestando sus servicios a la población, en particular a transportistas y vehículos de los servicios de emergencia. Cinco días después de la entrada en vigor del estado de alarma -anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 13 de marzo, viernes, aunque entró en vigor tras la prublicación del Real Decreto 463/2020- la situación que atraviesa el sector está marcada por la incertidumbre ante la evolución de la pandemia provocada por el COVID-19.
La limitación de movimientos provocada por el estado de alarma, así como el fomento del teletrabajo entre aquellas personas que pueden realizar sus tareas profesionales desde sus domicilios, han provocado un radical descenso de los trayectos realizados en vehículos particulares y de transporte de viajeros por carretera, lo que se ha traducido en un hundimiento de las ventas de carburantes en las estaciones de servicio.
Diversas fuentes consultadas por Estaciones de Servicio cifran el descenso de las ventas de carburantes de entre un 30% y un 80%, un porcentaje, coinciden, que va aumentando día a día fruto del incremento de casos de infección por el COVID-19 y del mayor respeto por parte de la población a las limitaciones a los desplazamientos. En comunidades autónomas en las que hoy, 19 de marzo, es festivo, las caídas a lo largo de la jornada podrían ser aún mayores, auguran varias de las fuentes consultadas.
Tras la imposición del estado de alarma, la gran mayoría de las operadoras pusieron en marcha medidas para proteger a sus empleados, clientes y proveedores. La primera en comunicar el protocolo que estará vigente mientras se mantenga el estado de alarma fue Repsol, que la misma tarde del viernes 13 de marzo hizo públicas sus iniciativas en este terreno. La compañía, que suministra GLP envasado a casi cuatro millones de hogares en España, también ha puesto en marcha un protocolo en la entrega de las bombonas de butano, entre cuyas medidas destaca la desinfección del cuerpo y las asas de las mismas por parte de los repartidores, que cuentan con equipos de protección individual.
También Cepsa, BP y Avia han comunicado la implementación de medidas dirigidas a reducir el riesgo de contagio tanto de sus empleados como de sus clientes y proveedores. Otras compañías del sector, como AlterEco y Lafon han transmitido las medidas de protección introducidas en su trabajo cotidiano.
La incertidumbre dificulta la adaptación
El presidente de la CEEES, Jorge de Benito, en declaraciones a Estaciones de Servicio, apunta que las ventas de carburante subieron algo el primer día en vigor del estado de alarma, pero posteriormente “las ventas han ido cayendo de manera alarmante. En estos momentos, hay estaciones en las que han caído un hasta un 80% y otras en las que han caído un 60%”, aunque desconoce cuál puede ser la reducción media. El desplome de las ventas en más acusado, añade, en las estaciones urbanas que en las de carretera.
Víctor García Nebreda, secretario general de Aevecar, afirma que la bajada en las ventas ha sido “muy importante y va aumentando día a día. A medida que los controles sobre la movilidad aumentan, disminuye la demanda y más bajan las ventas. Actualmente el descenso no llega, de media, al 30% de la demanda normal. Las ventas han bajado en todos los lugares, en particular en las grandes ciudades, y en las autovías y carreteras nacionales algo menos, porque es donde más movimiento de mercancías hay”.
En Estaciones de Servicio también nos hemos puesto en contacto con dos empresarios que nos han dado sus impresiones sobre la situación que atraviesa el sector de la distribución minorista de derivados del petróleo.
Alberto Agudo García, gerente de Gasóleos Agudo, señala que antes de la entrada en vigor del estado de alarma la evolución de las ventas sufrió un acusado incremento. “Se produjo una vorágine similar a la vivida en los supermercados. Ahora las ventas van cayendo y parece que en picado”. El empresario, que gestiona dos estaciones de servicio propiedad de su empresa familiar en la provincia de Toledo, está realizando “un seguimiento diario para prevenir el coste económico y tomar decisiones según se vayan produciendo acontecimientos”.
Ese comportamiento fue similar al vivido en la estación de servicio de doble margen Bidebarri, ubicada en la localidad vizcaína de Leioa. Mikel Iribarren, uno de los propietarios de la misma junto a sus hermanas Carmen y María José, nos cuenta que “los días previos a la declaración del estado de alarma vimos un alza inusual de las ventas, pero estamos convencidos de que fue debida al temor de la gente ante un posible desabastecimiento de carburantes y en las tiendas. El incremento de las ventas se produjo tanto en la tienda como la pista de repostaje, siendo mayor en la primera”, asegura.
El 15 de marzo, prosigue, “fue todavía un domingo ‘normal’ en cuanto a ventas, pero el lunes las de carburante cayeron un 50%, el martes y el miércoles un 65% y hoy jueves que es festivo en Euskadi han descendido, hasta la una del mediodía, un 95%”, confirma el empresario vizcaíno.
Medidas para paliar las pérdidas
En cuanto a la posibilidad de poner en marcha expedientes de regulación de empleo temporales (ERTEs), el secretario general de Aevecar apunta que “al ser una actividad esencial y no poder cerrar, podemos poner en marcha ERTEs, pero no bajo las condiciones especiales contempladas en el estado de alarma, por lo que económicamente es menos ventajoso y difícil de tramitar. Es obvio que nuestra actividad se ve reducida debido al coronavirus, pero el Gobierno no ha contemplado un trámite especial para esta circunstancia, ni condiciones económicas más ventajosas. En resumen, podríamos tramitar el ERTE ‘de toda la vida’ y esperar a ver qué pasa”.
De Benito coincide con esta queja y lamenta que en un escenario como el actual las estaciones tengan un nulo margen de maniobra. “Con unas ventas muy reducidas, que en muchos casos han caído un 80%, y con los mismos gastos y el mismo personal no tenemos la posibilidad de acogernos a los ERTEs contemplados en el real decreto. Ante esta situación, algunos empresarios están alcanzando acuerdos con las plantillas. Otra posibilidad es solicitar el inicio de un ERTE por causas económicas. Pero un problema específico del sector es que recaudamos impuestos, lo que infla nuestra cifra de facturación y eso dificulta que Trabajo admita los ERTEs por causas económicas, por lo que nos sentimos desamparados frente a la situación, puesto que estas peculiaridades no se han tenido en cuenta en el real decreto”.
Agudo no se muestra partidario de poner en marcha medidas de este tipo y explica que esta contingencia imprevista coge a la empresa toledana “con músculo financiero y dependerá de cuánto se prolongue esto. De todos modos, parece que desde el Gobierno se está reaccionando a la situación y existe apoyo (al menos en palabras, veremos los hechos). Nuestro equipo está bastante consolidado y no sabemos prever cómo será la recuperación; por tanto, no nos gustaría perder a nadie y esa es la última opción encima de la mesa”.
Una lectura similar realiza Iribarren, quien señala que “de momento no tenemos pensado hacerlo. Desde el punto de vista empresarial creemos que tenemos que hacer un ejercicio de responsabilidad y no debemos olvidarnos de nuestra función social de crear empleo. Son tiempos difíciles en los que ahora lo primero es la salud de las personas. No obstante, no podemos negar que, si la situación económica llega a límites extraordinarios, como puede ser una situación de emergencia prolongada en el tiempo, que nos veamos obligados a tomar alguna medida. Es decir, no lo descartamos, pero siempre como último recurso. Dicho esto, confiamos en que la comunidad científica, los profesionales sanitarios y el conjunto de la ciudadanía seamos capaces de resolver esta situación de la mejor manera posible con las menores consecuencias, tanto en lo personal como en lo económico”.
En cuanto a las ventas en las tiendas, De Benito remarca las estaciones de servicio adheridas a la confederación “están ofreciendo servicio de catering a los transportistas que lo requieren. Y además, como muestra de su apoyo a los servicios de emergencia que están prestando ayuda a la población en estos días, la Asociación Provincial de Almería puso en marcha una iniciativa, recogida también por la de Cantabria, que consiste en ofrecer lavados gratuitos a los vehículos de emergencias que acudan a las estaciones adheridas a ambas asociaciones”.
García Nebreda cifra el descenso de las operaciones en las tiendas en un 75%, mientras que Iribarren afirma que las ventas en esta área de negocio “se mantienen más o menos estables, con pérdidas aun no destacables”. Agudo, por su parte responde que “sinceramente, no le estoy dando la más mínima importancia a este dato. Hay que atacar los indicadores que reflejan mejor las tendencias, y el carburante refleja el tránsito de vehículos que existe, por lo que doy por hecho que la evolución será similar. Hemos suspendido la prestación de servicios como el área de lavado o la cafetería para prevenir el acceso a la tienda en ambas estaciones de servicio, y porque son servicios no aprobados en el Real Decreto-Ley 8/2020”.
Medidas de protección para empleados y clientes
En cuanto a las medidas puestas en marcha para asegurar la protección entre empleados y clientes, García Nebreda enumera las que han dictado las autoridades sanitarias, “procurando, donde es posible, vender a través de pasapaquetes para evitar el contacto con los clientes y protegiendo a los trabajadores en la medida de nuestras posibilidades, ya que obviamente no tenemos material de protección, como mascarillas, etcétera”.
Agudo declara que “todo el personal dispone de mascarilla y guantes de látex (mientras nos duren las existencias). Además, se han cortado accesos a los locales y se atiende en autoservicio. En la estación urbana esta emergencia nos pilla sin pasapaquetes y hemos solicitado uno de urgencia; mientras tanto, los clientes acceden al local de uno en uno y hemos implantado un metacrilato (de los carteles de anuncio de la estación) a modo de protección biosanitaria. Se han dispuesto carteles de información en cada surtidor y se han puesto a disposición de los clientes guantes de un único uso. Se ha establecido un plan de limpieza de surtidores diario, como el de higiene de los baños. Y dada la reducción de la actividad, la limpieza más habitual en los locales también ha pasado a ser diaria. Los expendedores sólo tienen autorización de salir a dispensar las botellas de gas, pero con todo el material de protección. Y lanzo un consejo a los clientes en los pueblos… que se lo tomen en serio… no pueden venir a por una cerveza… En fin, es de película todo esto”, afirma con una mezcla de sorpresa y preocupación.
Iribarren explica que Bidebarri es “una estación con servicio atendido en pista con varios expendedores trabajando en ellas por turno, por lo que nuestra transformación ha sido radical. Hemos reducido los empleados por turno para evitar aglomeraciones de trabajadores dentro de la tienda, y aquellos que no trabajan están en su casa con un permiso retribuido. Creemos que al no ser necesario estar más de dos empleados por turno, es absurdo tener a cuatro empleados dentro de la tienda, exponiéndose ellos mismos y a nuestros clientes a un posible contagio. Y como recomiendan las autoridades sanitarias, hemos extremado las medidas de limpieza tanto por parte de los empleados como en las instalaciones”.
El empresario añade que “el consejo que hemos transmitido a nuestros clientes, es, por un lado, tranquilidad en cuanto al abastecimiento, tanto de carburantes como de productos de tienda, que nos están llegando sin problema alguno. Luego les hemos pedido disculpas por no poder atenderles como lo hacemos de forma habitual, es decir, con nuestros expendedores en la pista. También les hemos explicado las medidas básicas de seguridad e higiene que hemos adoptado en la tienda (…); usar los guantes para repostar; pagar mediante tarjeta de crédito o con la app de Repsol, Waylet; venir un único cliente por compra…”, enumera.
Cambios estructurales
En cuanto a las posibles consecuencias estructurales que esta situación pueda traer al sector, son desconocidas, pero todos los interlocutores consideran que serán más profundas cuanto más tiempo se alargue el estado de alarma.
Acerca de los cambios que se han tenido que introducir para adaptarse a las nuevas circunstancias, Iribarren considera que “esta situación hará que nuestros clientes valoren el trabajo que día a día realizan nuestros empleados en la pista; aunque sabemos que ya lo hacen, creo que ese valor que aportamos con esta forma de atenderles saldrá reforzado. Esperemos eso sí, que en el sector no haya empresarios que, aprovechando la coyuntura, reduzcan sus plantillas orientado los modelos de negocio hacia otros en los que no se prime la presencia de personal”. No obstante, añade, “sí intuimos que se producirá un aumento del pago mediante aplicaciones del móvil, que permiten que se produzca una menor interacción personal en el momento del pago”.
En opinión de Agudo, “la conciliación laboral y doméstica ganará mucho espacio si esta situación se alarga más allá de dos meses. El teletrabajo tiene como reto demostrar su eficacia productiva en aquellas funciones no presenciales, por lo que será importante ver qué resultados ofrece. Todo ello va a generar nuevos mapas de movilidad, puesto que el menor desplazamiento de trabajadores a sus puestos de trabajo presenciales puede venir acompañado de un crecimiento logístico para disponer de servicios y productos ofrecidos a los hogares, y centralizar actividad en almacenes más grandes. Veremos cómo evoluciona todo”, agrega, para concluir que “el comercio electrónico y el acceso a internet en adecuadas condiciones tienen por delante el desafío de llegar a poblaciones más pequeñas con banda ancha y velocidad suficientes para que sea así. Puede que haya también un desplazamiento de población a núcleos más pequeños, por lo que los pueblos podrían ganar terreno a las grandes urbes después de lo visto en Madrid (que hasta ahora es la región más poblada y más castigada por el COVID19)”.
De Benito considera que esta situación dejará un poso “en todas las personas que la están sufriendo” y concreta que todos los sectores relacionados con la movilidad “se verán resentidos más allá de la situación de alarma. Esto nos dejará una mella”, apostilla. Y augura que la planificación que se llevaba hasta la actualidad, con previsiones a medio y largo plazo, cambiará para adaptarse a unos plazos más cortos.
Víctor García Nebreda da un enfoque económico a su respuesta. “De lo que estoy seguro”, se queja, “es que el trato económico que nos han dado supondrá el cierre de unas cuantas empresas, que sin duda serán compradas por otras más grandes y con recursos para aguantar esta crisis. Como siempre, la pequeña y mediana empresa será la gran perdedora”.
Apoyos y ánimos
Una situación como la actual, que ha desbordado a muchas instancias, genera también muestras de ánimo y solidaridad. Mikel Iribarren apunta que “los apoyos vienen de todos los lados, desde proveedores, de clientes que comparten las medidas que están tomando en sus empresas, de asociaciones empresariales del sector. Pero el que más se agradece es el apoyo personal que se da entre empresarios compañeros del sector, como el que recibes a través de WhatsApp, que en ocasiones sirve también para compartir inquietudes y medidas que estamos poniendo en marcha unos y otros. También se agradece el apoyo personal de profesionales del sector, que son conscientes de las consecuencias que esta situación puede provocar en nuestros negocios, como por ejemplo nuestro amigo Mariano Aguayo Fernández de Córdova».
Alberto Agudo apunta que “la Federación de Empresarios de Toledo está informando en todo momento (desde hace unos años la Asociación de Estaciones de Servicio de Toledo se ha integrado en la Federación) y nuestros equipos de asesoría y despacho de abogados en asuntos laborales nos mantienen al día de cada novedad”.
En cuanto a las enseñanzas que se pueden extraer de estas primeras semanas de propagación del COVD-19, De Benito cree que la solidaridad es una de las cualidades que se han reforzado, así como el asociacionismo más allá del empresarial, que ganará peso. “También ha quedado demostrado”, continúa el presidente de la CEEES, “que las relaciones con los proveedores son muy importantes y que cada vez hay que fijarse más en las cosas que nos unen. La movilidad en este país se garantiza de muchas maneras y las estaciones de servicio juegan un papel fundamental para que las mercancías lleguen a sus destinos. Los monolitos de nuestras estaciones son faros que guían a los conductores en sus trayectos”.
De Benito remarca que “las estaciones de servicio con personal son las más seguras y completas. Estamos dando cobertura a los conductores profesionales en áreas que sólo podemos cubrir las estaciones que tenemos empleados, lo que nos permite ofrecer productos y servicios básicos para la movilidad, pero también para el cuidado de los conductores profesionales”.
Y concluye solicitando “ayudas económicas. El Estado ha considerado en sus decisiones económicas a las pymes, pero nosotros, que en muchos casos lo somos, no podemos acogernos a estas posibilidades por el hecho de haber sido designados como servicios esenciales; estamos desamparados”.