Equivocarse de combustible a la hora de repostar es un despiste más común de lo que puede parecer a priori. De hecho, según un estudio llevado a cabo por el RACE, en el año 2015 casi 73.000 conductores españoles han repostado el combustible erróneo en su vehículo.
Para evitar que pongamos en nuestro coche el combustible incorrecto, según explica CETIL (fabricante de surtidores de combustible), desde que en España se comenzó a vender gasolina sin plomo, los boquereles de las mangueras diésel poseen un diámetro notablemente mayor que los de gasolina. Por otro lado, los fabricantes de automóviles dotan a sus vehículos gasolina de un orificio de llenado más pequeño que en los diésel. Así pues, echar gasoil por error a un coche gasolina es prácticamente imposible, puesto que el boquerel no entra. Sin embargo, la situación contraria sí que es factible: repostar gasolina por error en un vehículo diésel, ya que el boquerel sí entraría. Otra estrategia que usan las diferentes petroleras y fabricantes de surtidores para evitar ese error es disponer de boquereles negros para diésel, y para gasolina usualmente de color verde.
¿Qué sucede si reposto gasolina en un coche diésel?
La forma de obtener la energía del combustible de un motor diésel y de motor gasolina es totalmente diferente. En el primero, se comprime aire a alta presión y temperatura, provocando la inyección del diésel una deflagración que impulsa el pistón. En el segundo, se comprime aire y gasolina, y la chispa que salta de la bujía provoca la explosión que hace girar el motor.
Por tanto, el diésel y la gasolina tienen propiedades y comportamientos diferentes. En el peor de los casos, en el que hayamos llenado completamente el depósito e insistamos en circular, se podría gripar el motor por falta de lubricación, puesto que el gasoil o diésel tiene ciertas propiedades lubricantes, al contrario que la gasolina. Además, las altas presiones y temperaturas que se alcanzan en el ciclo diésel provocarían la detonación de la gasolina, dando lugar a la explosión de la misma con unas temperaturas de combustión más altas que en el diésel, lo que dañaría los sistemas anticontaminación, como el FAP, además de provocar graves daños a los diferentes elementos sistema de inyección (debido también a esa falta de lubricación y depósitos de carbonilla como consecuencia de su combustión), como por ejemplo, a los inyectores o bomba de alta presión.
Sin embargo, como hemos dicho, eso es lo que sucedería en el peor de los casos. En la práctica todo depende de la cantidad de combustible que hayamos repostado. Si la cantidad añadida no supera el 10 – 15 %, el coche podrá circular durante un pequeño intervalo de tiempo, dando tirones y emitiendo ruidos extraños, provocando daños en los inyectores y bomba de combustible. Cuando la cantidad es sobre el cuarto de depósito, el coche arrancará pero se detendrá al instante. Finalmente, si lo que hemos es llenado por completo el depósito, el vehículo no llegará a arrancar, puesto que un motor diésel no proporciona la chispa que necesita la gasolina para que se produzca la explosión.
¿Qué debo de hacer si he repostado gasolina por error?
Es fundamental que te des cuenta lo antes posible. En primer lugar, no pongas el contacto ni llegues a introducir la llave en el clausor, así evitarás que la bomba de baja presión del combustible (la que impulsa el combustible desde el depósito al motor) se ponga en marcha e introduzca gasolina en el circuito. A continuación avisa al personal de la estación de servicio para que cierren la calle y actúen según su protocolo, y avisa a tu servicio de asistencia en carretera para llevar el coche al taller. Recuerda que en las estaciones de servicio está prohibido usar el teléfono móvil en la zona de los surtidores.
Una vez en el taller, en el mejor de los casos, vaciarán la gasolina del depósito y lo limpiarán, sustituyendo también el filtro de combustible. Aunque depende de la gravedad y de si has llegado a circular con el coche, será necesario, desde hacer una limpieza a conciencia del circuito de combustible hasta cambiar la bomba de alta, inyectores… de forma que la factura puede ascender desde unos 100 euros hasta unos miles.
No obstante, nunca, bajo ningún concepto, intentes vaciar tu mismo por tus propios medios el depósito de combustible. Recuerda que tanto la gasolina como los vapores que de ella se emanan son inflamables, por lo que corres el riesgo de provocar una explosión.
Ni tan siquiera pongas el contacto. Lleva el coche al taller en grúa y que un especialista vacíe y limpie el depósito. Nunca lo hagas tú mismo, pues corres el riesgo de sufrir una explosión.
¿Es recomendable añadir una pequeña cantidad de gasolina a un motor diésel para limpiarlo?
El mito o leyenda urbana de que “añadir un par de litros de gasolina a tu coche diésel es beneficioso porque limpia el sistema de inyección” está muy extendido, sobretodo en personas que ya cuentan con cierta edad. En motores muy antiguos, como aquellos Perkins diésel, puede que sí resultara beneficioso, o al menos no perjudicial.
Sin embargo, en los actuales motores turbodiésel, con su carga elevada carga tecnológica, ni se te pase por la cabeza añadir un solo litro de gasolina. Por muy baja que sea la concentración de gasolina, esto provoca que la combustión no se realice de la manera adecuada, dando lugar a depósitos de carbonilla, puesto que la gasolina eleva la temperatura de la combustión. Esta carbonilla puede obstruir los inyectores, válvulas, EGR, bomba de combustible… y provocar un mal funcionamiento de esos elementos. Por otro lado, la gasolina, al presentar un carácter disolvente, todo lo contrario al carácter lubricante del gasoil, aumenta la fricción y desgaste de los elementos móviles del motor.