La empresa Dyneff, con sede en Girona, se ha convertido en una de las principales impulsoras del sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) en Cataluña, una herramienta que permite monetizar los ahorros de energía derivados de actuaciones de eficiencia energética. El mecanismo, gestionado por el Institut Català d’Energia (ICAEN), se ha consolidado como una alternativa “ágil y directa a las subvenciones tradicionales”, destacan desde la compañía.
Según explica Romain Descournut, jefe de operaciones de Dyneff, el sistema CAE “permite a las comercializadoras de energía cumplir sus obligaciones de ahorro de forma directa, compensando a los usuarios por las mejoras que reducen su consumo”. De este modo, una actuación como el cambio de una caldera de gasoil por una aerotermia, o la instalación de un sistema de aislamiento térmico, puede generar un volumen de ahorro certificado y, por tanto, un retorno económico para el propietario o la empresa que la impulsa.
El proceso implica la verificación del proyecto por parte de una entidad acreditada y su posterior validación. Una vez se certifica el ahorro, Dyneff lo compra y lo abona directamente al beneficiario. “El pago se realiza en un único importe, y normalmente representa entre el 15% y el 20% de la inversión total”, precisa Frank Guerra, responsable de desarrollo de negocio de la empresa.
Uno de los ejemplos recientes es el de una casa de turismo rural en el Gironès, donde Dyneff ha certificado una actuación de rehabilitación energética que ha permitido al propietario recuperar parte de la inversión en pocos meses. “Es un sistema mucho más ágil que una subvención —afirma Guerra— y está ayudando a muchos promotores a mejorar sus instalaciones con tecnologías más sostenibles”. De hecho, Guerra destaca que este sistema “es compatible con otras subvenciones”.
El sistema CAE forma parte del paquete europeo Fit for 55 y del plan REPowerEU, que fija el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos en un 55% para 2030. En Cataluña, Dyneff ha participado en diversos proyectos del sector residencial, terciario, agropecuario e industrial, y también trabaja con instaladores e ingenierías para fomentar su implantación.
“El reto no es solo reducir emisiones, sino conseguir que la eficiencia energética sea rentable para todos”, resume Descournut. Desde Girona, Dyneff quiere seguir creando “una red de agentes locales capaces de generar ahorro energético medible y monetizable”.
