El estudio ofrece una evaluación en profundidad del efecto de la sustitución de combustibles convencionales en concretas cadenas de suministro, a través de 11 casos de estudio, considerando la configuración geográfica, la seguridad, el equipamiento y los costes.
El estudio concluye que para la mayoría de las principales cadenas de suministro, la infraestructura existente sería compatible con los futuros líquidos renovables y bajos en carbono que se utilizarán para impulsar la economía en una Europa climáticamente neutra. Aunque se necesitarán inversiones para adaptar el equipamiento, estas están en línea con las expectativas normales para actualizar dicho equipamiento. Para ciertas cadenas de suministro, relacionadas con el hidrógeno limpio, por ejemplo, es probable que se necesiten mayores inversiones para adaptarse a las nuevas rutas de suministro y a las características de los productos. En última instancia, la experiencia y el conocimiento en el manejo de productos energéticos, como los líquidos o los gases licuados, califica de manera única a las empresas de logística existentes para continuar y prosperar en el futuro renovable y bajo en carbono.