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El Informe Dragui entre la descarbonización y la competitividad

El ‘informe Draghi’ pide movilizar más del doble de inversión que el Plan Marshall: «O lo hacemos o será una lenta agonía»

El documento pone de manifiesto que la UE se ha quedado atrás respecto a EEUU y frente a China, y pide una inversión para digitalizar y descarbonizar la economía que roza los 800.000 millones anuales

«O lo hacemos o será una lenta agonía«. Mario Draghi, el salvador del euro en 2012 cuando estaba al frente del Banco Central Europeo (BCE), ha vuelto a lanzar un mensaje categórico sobre el futuro de Europa. Y lo ha hecho para evidenciar lo importante de tomar ya medidas de calado que eleven la competitividad europea, el crecimiento económico, aseguran el bienestar social y hacer todo ello compatible con la transición verde. Es muy improbable que sus palabras tengan el mismo efecto que las que pronunció en Londres, pero lo ha apuntado este lunes en Bruselas y lo que contiene el esperado informe Draghi sí deberían ser las líneas maestras de la política de la presidenta de la Comisión Ursula Von der Leyen, que fue precisamente quien le encargo el documento.

Competitividad, envejecimiento e inmigración

En ese largo texto que ambos han presentado en la capital comunitaria, Draghi advierte de que Europa se ha quedado atrás en la carrera de la productividad y la innovación respecto a Estados Unidos y también frente a China. Y que, además, se está haciendo vieja. Ambos puntos son realidades incontestables, que generan una preocupación creciente en la capital comunitaria y que están muy presentes en el documento.

«Europa necesita un crecimiento más rápido de la productividad para mantener tasas de crecimiento sostenibles frente a una demografía adversa», señala el documento liderado por el también ex primer ministro de Italia y una de las figuras político-económicas más respetadas en Europa.

El informe sostiene que se produce un círculo vicioso de «baja inversión y baja innovación», y expone la siguiente diferencia entre Europa y Estados: «A lo largo de las dos últimas décadas, las tres empresas estadounidenses que más han gastado en Investigación e Innovación han pasado de las industrias del automóvil y farmacéutica en la década de 2000, a las empresas de software y hardware en la de 2010, y luego al sector digital. Por el contrario, la estructura industrial de Europa ha permanecido estática, con las empresas de automoción dominando sistemáticamente el top 3″.

Y sobre la evolución de la población, las previsiones son muy poco alentadoras. «De aquí a 2040, se prevé que la población activa de la UE se reduzca en cerca de dos millones de trabajadores al año», explica el informe en un punto que ha sido subrayado por el propio Draghi en la presentación. Como consecuencia, «la proporción entre trabajadores y jubilados pasará de 3:1 a 2:1«, y la caída de la fuerza laboral, remarca, ni siquiera se verá compensada con la inmigración. «La inmigración neta positiva no compensa el declive demográfico de la UE«, sostiene.

Descarbonización

El documento también pone el foco en la necesidad de equilibrar el proceso de descarbonización con la competitividad y el crecimiento económica, y lo hace ya que considera que los ambiciosos planes europeos en este área suponen un lastre. «Europa debe enfrentarse a algunas decisiones fundamentales sobre cómo seguir su senda de descarbonización preservando al mismo tiempo la posición competitiva de su industria. Las soluciones en blanco y negro tienen pocas probabilidades de éxito en el contexto europeo», señala el texto.

Esto es, sí a la descarbonización pero de manera más pausada y equilibrada. Este es también otro de los puntos de los que más se habla en los últimos meses en Bruselas, hasta el punto de que se ha señalado que la transición verde ya no debería ser una prioridad tan marcada en este segundo mandato de Von der Leyen.

800.000 millones

Para lograr todos los objetivos que se plantean en el documento, para hacer que Europa sea competitiva, verde y mantenga su Estado de Bienestar, Draghi considera que es necesaria una inversión de casi un 5% del PIB de la UE. Entre 750.000 y 800.000 millones de euros anuales. Unas cantidades que hacen palidecer el Plan Marshall, tal como se recoge en el texto, cuando se invirtió «entre el 1% y el 2% del PIB de los países receptores», y que para los que serían básicas las emisiones de deuda conjunta europea que ya se activaron en el Plan de Recuperación. Sin embargo, no todos los fondos procederían ni mucho menos del ámbito público, ya que Draghi y su equipo consideran que este plan y las emisiones supondrían una palanca de activación para el capital privado.

El texto adelante incluso cuál sería el reparto de esos hasta 800.000 millones de euros. Las partidas que más destacan son los 450.000 millones que irían destinado al ámbito energético y los 150.000 adicionales que tendrían como objetivo convertir a Europa en un «líder tecnológico».

Unión bancaria y regulación

Draghi también aborda la necesidad de acelerar en la unión bancaria, en que las empresas tengan mayores opciones de financiación y, también, en que los mercados de capitales tengan más alicientes y facilidades para apoyar a compañías incipientes. Por último, el texto también recuerda que Europa sufre una acuciante sobrerregulación que lastra de manera muy notables a las empresas. Un ejemplo demoledor: «En Estados Unidos se promulgaron alrededor de 3.500 medidas legislativas y unas 2.000 resoluciones durante los últimos tres mandatos del Congreso [2019-2024]. En el mismo periodo, en la UE se aprobaron alrededor de 13.000«.

Inversión masiva en Defensa

El documento recoge asimismo que la situación geopolítica «crea nuevas necesidades de gasto en Defensa y en industria de Defensa». Draghi expone que el largo periodo en el que Europa ha estado bajo el paraguas de Estado Unidos hace que muchos países miembro estén lejos del 2% del PIB en Defensa, por lo que es necesaria una «inversión masiva» en este ámbito.

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