El precio del barril de petróleo Brent, el de referencia en Europa, se ha situado esta semana por encima de los 90 dólares por primera vez desde octubre de 2014 y la previsión es que supere los 100 este mismo año.
Esta subida en los costes del petróleo afecta directamente a los precios de la gasolina y diésel, combustibles esenciales en la red mundial de transporte (camiones, barcos, aviones…), ya que su producción se realiza mediante el refinado del también conocido como ‘oro negro’.
La consecuencia del alza del barril de Brent se está notando especialmente en este año 2022, que ha comenzado con cinco semanas consecutivas de subidas. Así, la gasolina ha superado ya el récord histórico de 1,522 euros por litro que alcanzó en septiembre de 2012, hace casi diez años.
Según los datos difundidos este jueves por el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE), la gasolina se vende desde esta semana en España a una media de 1,538 euros el litro, mientras que el diésel lo hace a 1,422 euros. Con estos precios, llenar un depósito medio de 55 litros con gasolina cuesta actualmente más de 84 euros, mientras que con diésel alcanza los 78 euros.
«La OPEP se resiste a aumentar sus niveles de producción»
Para entender el porqué de esta tendencia alcista, expertos en la materia consultados por 20minutos coinciden en que esta situación está provocada fundamentalmente por un aumento de la demanda de carburantes como consecuencia de la activación de la recuperación económica después de superar lo más duro de la pandemia del covid, que supuso la paralización casi por completo de la economía mundial.
«Este aumento de la demanda se produce en un momento en el que la Organización de Países Exportadores de Petróleo se resiste a aumentar más de lo previsto sus niveles de producción y por tanto hay un déficit en la oferta», explica Elena Díaz Aguiluz, profesora de Economía de la Universidad de Comillas ICADE, quien opina que el conflicto entre Rusia y Ucrania está afectando a los precios de los carburantes, por ahora, de forma «transitoria», ya que la escalada de precios se inició en noviembre de 2020 y solo ha sufrido el parón del pasado mes de agosto. «Esta subida no está impulsada por la guerra», sentencia.
La OPEP ha decidido mantener su plan de incrementar su producción de crudo en febrero en 400.000 barriles diarios»
«La OPEP ha decidido mantener inalterado su plan de incrementar su producción de crudo en febrero en 400.000 barriles diarios», precisa la analista económica Victoria Torre, directora de Oferta Digital de Singular Bank.
Díaz añade otros dos factores que no ayudan a que los precios se contengan: «Estamos en un momento de incertidumbre con los bancos centrales, que podrían subir los de interés. Esto supone un freno porque financiar cualquier proyecto es más costoso. A esto habría que sumar la falta de inversión en mejorar la producción (búsqueda de nuevos pozos petrolíferos, nuevas técnicas de extracción…) en los años anteriores a la pandemia motivado por la transición energética y el Acuerdo de París».
¿Hasta cuándo va a durar esta tendencia alcista?
Sobre la duración de esta escalada de precios en los combustibles, los analistas indican «es probable que se mantenga en el corto plazo».
«La Agencia Internacional de Energía ha destacado que la demanda está siendo más sólida de lo esperado, al mismo tiempo que la Administración de Información de Energía de EE UU proyecta un nuevo descenso de los inventarios mundiales de crudo en este primer trimestre del año», argumenta Torre.
«Será clave la evolución de la situación en Ucrania por sus implicaciones sobre los precios energéticos, especialmente en Europa dada su dependencia hacia el suministro de petróleo y gas natural de Rusia», añade.
«Mientras que la recuperación económica continúe, los precios seguirán al alza. Esta tendencia se va a mantener por lo menos este año», vaticina Díaz.
Precios por debajo de la media europea
Pese a los elevados niveles que registran los carburantes en España, su precio se sitúa por debajo de la media europea. Durante la última semana, el coste medio de la gasolina en la Unión Europea ha alcanzado durante la última semana los 1,68 euros por litro, mientras que el diésel se ha pagado a 1,567.
El precio de los carburantes en España es menor, por ejemplo, que en Alemania (1,772 euros gasolina / 1,644 diésel), Francia (1,746 gasolina / 1,670 diésel) o Italia (1,796 gasolina / 1,667 diésel).
Los países con la gasolina más cara de Europa siguen siendo Países Bajos (2,01 euros por litro), Finlandia (1,888) y Dinamarca (1,857), mientras que el diésel con el precio más elevado se encuentra en Suecia (2,035), Finlandia (1,811) y Países Bajos (1,716).
«En España, los impuestos a los carburantes son más bajos que en el resto de países europeos. Por eso, aunque el precio del barril se fije en un mercado mundial, aquí los precios son más bajos», señala Díaz.
Desde la última reforma sobre el impuesto sobre los carburantes, en vigor desde 2019, los carburantes están gravados con el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (IEH). Este tributo consta de un tramo general y de otro especial y es una cantidad fija, no un porcentaje.
El tramo general del IEH supone para las gasolinas sin plomo 400,69 euros para cada 1.000 litros (0,40069 euros/litro) y 307 euros para el diésel de uso común (0,307 euros/litro). Por su parte, el tramo especial es de 72 euros por cada 1.000 litros para ambos. De esta forma, el IEH supone en total 0,473 euros por cada litro de gasolina y 0,379 euros por cada litro de diésel. A esta cantidad habría que añadirle el 21% de IVA. Los impuestos suponen alrededor del 50% del precio final de los carburantes.