- La UE aprobará el Pacto verde para la industria durante los primeros cien días de mandato
- El Ejecutivo cree que hay nuevos riesgos por la tensión geopolítica y el peso de las renovables
La Comisión Europea examinará en el primer trimestre del 2025 la seguridad del suministro energético. El Ejecutivo comunitario acaba de poner en marcha una consulta pública con la que abre este proceso de revisión de los mecanismos que tiene en vigor para afrontar los riesgos de las crecientes tensiones geopolíticas, así como de la transición hacia un modelo económico descarbonizado.
En particular, este chequeo permitirá a la Comisión evaluar el funcionamiento de su arquitectura de seguridad durante la crisis energética con el objetivo de detectar posibles deficiencias, así como sinergias y mejoras. Además, tendrá en cuenta cómo ha funcionado la cooperación con los países vecinos.
Para la Comisión Europea, la descarbonización y la electrificación del sistema energético pueden aportar nuevas oportunidades, pero también retos: producción de energía más distribuida y descentralizada, mayor concentración en fuentes de energía más intermitentes, y la vulnerabilidad de las infraestructuras energéticas críticas ante catástrofes naturales o provocadas por el hombre.
La mayor integración puede traer consigo nuevos retos y riesgos (mayor probabilidad de fallos en cascada), así como posibles beneficios para la seguridad energética. Por este motivo, el estudio tomará como base la próxima actualización de la simulación de la seguridad del suministro de gas a escala de la UE que ENTSOG – el ente que aglutina a los gestores técnicos del sistema gasista- llevará a cabo a finales de 2024 en cumplimiento del Reglamento sobre la seguridad del suministro de gas.
Los técnicos de la Comisión, que dependerán previsiblemente del checo Jozef Sikela, evaluarán también las perspectivas estacionales y el informe ERAA de ENTSO-E ( los gestores eléctricos), así como los últimos escenarios del TYNDP (el plan de desarrollo de infraestructuras europeo a 10 años) y los informes anuales de la ACER sobre el seguimiento de la seguridad del suministro eléctrico como fuente de información.
Si procede, las actividades internas de modelización, en las que participan expertos del Centro Común de Investigación de la Comisión (Joint Research Center) y otros servicios, contribuirán a la evaluación cuantitativa.
Por último, los servicios de la Comisión llevarán a cabo actividades de investigación documental para recopilar datos e información de publicaciones académicas, informes públicos de entidades reconocidas, así como de bases de datos especializadas.
Esta aglutinación de datos debería contribuir a reunir más información y conocimientos sobre la aplicación del Reglamento sobre la preparación ante los riesgos en el sector de la electricidad y, en particular, sobre sus interacciones con el Reglamento sobre la seguridad del suministro de gas.
Plan de cierre nuclear
El trabajo que se prepara para llevar a cabo Bruselas permitirá además determinar el nivel de cobertura de demanda que existe en los países, un extremo de especial importancia en España donde durante los próximos años se prevé afrontar un plan de cierre de centrales nucleares. Asimismo, el Gobierno sigue a la espera del visto bueno de Bruselas para poner en marcha un mecanismo de pagos por capacidad que permita evitar el cierre de centrales de ciclo combinado, que está ahora mismo en pérdidas, pero que son estratégicas para la garantía de suministro.
La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, se prepara ya para arrancar su segundo mandato. Von der Leyen prevé aprobar en los primeros cien días el Pacto para la industria verde (Clean Industrial Deal) donde marcará las líneas básicas para tratar de reducir el coste de la energía para las grandes empresas europeas.
Bruselas quiere aprobar una Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial (Industrial Decarbonisation Acccelerator Act) con el objetivo de alcanzar el 90% de reducción de emisiones previsto para el año 2040. En este paquete de medidas se espera que se incluyan fórmulas de apoyo para llevar a cabo esta descarbonización, mediante el uso de mecanismos de agregación de demanda para el hidrógeno o los materiales críticos o el apoyo a tecnologías como la captura de CO2, redes, almacenamiento o eficiencia energética.
La apuesta por la seguridad dentro de la próxima Comisión incluirá también el lanzamiento de una Estrategia de Seguridad interna europea, un Sistema europeo de comunicaciones críticas, un Plan de Adaptación climática y una Estrategia de resiliencia para el agua.
La Comisión quiere también acelerar el sistema para aprobar los llamados IPCEI para proyectos estratégicos y desarrollar con mayor rapidez la investigación y desarrollo de la Inteligencia Artificial y el acceso a la supercomputación.
Para la industria química se aprobará también un paquete legislativo propio con la intención de simplificar el REACH y se avanzará en el lanzamiento de una nueva Ley para la Economía Circular, ayudando a crear un mercado secundario de materiales críticos.
Nueva Estrategia de Seguridad Nacional
El Gobierno reunió en julio al Comité Especializado de Seguridad Energética para abordar la situación de esta materia y sus principales derivadas en España. El encuentro se produjo después de que Red Eléctrica hubiese aplicado en dos ocasiones el sistema de interrumpibilidad a la gran industria de los que deberá informar a la CNMC y en un contexto donde la estrategia de seguridad energética lleva caducada varios años.
Según indicaron desde Moncloa, la seguridad energética es un ámbito de especial interés para la Seguridad Nacional. Además, tal y como refleja la Estrategia de 2021, «la crisis climática ha dado paso a una mayor concienciación política y social de la necesidad de luchar contra sus consecuencias».