Su producción, origen y desarrollos de futuro
La transición energética que pretende la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y en particular de CO2, está ya en pleno auge, y en principio basándose en soluciones de electrificación de los vehículos, aunque una buena parte del sector también considera que serán necesarias algunas soluciones complementarias.
Hace ya muchos años que los combustibles líquidos han sido la principal fuente de energía para aviones, barcos, tractores, camiones, vehículos privados, sea en el transporte de mercancías que de personas, siendo las nuevas tecnologías y desarrollos de electrificación extremadamente costosos para un acceso inmediato.
En consecuencia parece lógico investigar y profundizar en otras alternativas neutras en emisiones para los motores de combustión interna como son los “Eco-combustibles”.
Se trata de combustibles líquidos bajos en carbono que provienen de materias primas alternativas al petróleo, como pueden ser residuos forestales o agrícolas o bien CO2 capturado a tal efecto.
Estas alternativas buscan ampliar las opciones ECO disponibles y asentadas en el mercado, como son actualmente las híbridas y eléctricas, para las que existen compañías de seguros comprometidas con el planeta que ya cubren sus necesidades de manera específica.
Tipos de Combustibles
Los denominados eco-combustibles actualmente se pueden agrupar en 3 tipos:
- Combustibles/carburantes sintéticos: que también se denominan “e-fuels” y que se producen a través del CO2 capturado y el hidrógeno verde, siendo necesario profundizar en las técnicas de captura y uso de CO2 así como en las adaptaciones necesarias de las refinerías de producción de hidrógeno verde mediante electrólisis con energías eléctricas renovables.
- Biocombustibles avanzados: que se producen partiendo de materias primas con origen biológico (fundamentalmente residuos agrícolas y forestales), en plantas y refinerías de proceso de residuos para obtener eco-combustibles sintéticos de alta calidad mediante el uso de numerosas y complejas tecnologías.
- Otros combustibles bajos en carbono: son también susceptibles de conversión en eco-combustibles otros residuos de origen no biológico como pueden ser los procedentes de restos urbanos e incluso plásticos (ej, Pirólisis).
Los Carburantes Sintéticos: Pros y Contras de este tipo de «Gasolina Verde»
Es evidente que los también llamados “e-fuels” no pueden ser descartados como potencial solución de futuro, dada su neutralidad en emisiones de CO2, su capacidad para minimizar los efectos del cambio climático y el potencial que aportan para reducir e incluso eliminar la dependencia de los combustibles fósiles.
Entendemos que dentro de los planes de la Unión Europea, tanto el hidrógeno como los carburantes sintéticos deben tener un papel importante para muchos modos de transporte (aviones, barcos, camiones de gran tonelaje, etc), para colaborar en la total eliminación de carbono pensada para 2050.
Las principales ventajas que ofrecen los carburantes sintéticos son:
- Tienen una mayor densidad energética que las baterías, por lo que no merman la autonomía de los vehículos
- Se pueden transportar y distribuir de forma segura y menos compleja que el hidrógeno en largas distancias, pudiéndose almacenar en tiempos prolongados como la actual gasolina.
- Se puede reutilizar toda la cadena de distribución y almacenaje de carburantes, pudiendo además adaptar fácilmente los vehículos actuales de combustión interna.
- No fomentan la deforestación y pueden producirse industrialmente en grandes cantidades.
- Evitarían una total focalización sobre la construcción de baterías, provocando así una neutralidad de CO2 menos disruptiva.
Por todo ello se empiezan a considerar los carburantes sintéticos como una clara alternativa a los vehículos eléctricos, ya que además de todas las ventajas expresadas, no suponen un cambio radical para las costumbres y usos actuales del consumidor, y es tanto así que algunas marcas (Audi por ejemplo) están ya trabajando muy profundamente en el desarrollo de este tipo de combustibles y su aplicación directa en sus motores.
Existe ya un claro consenso de que en determinados tipos de transporte el uso de baterías eléctricas no será viable siquiera a medio plazo, como son los aviones, barcos y grandes camiones, para los que, sin duda, los combustibles sintéticos podrían ser una clara solución.
También el hidrógeno se está postulando como una interesante solución en este campo, si bien los vehículos de pila de combustible por hidrógeno, aun cumpliendo los requisitos ecológicos necesarios, precisan una importante y profunda reconversión de las infraestructuras de transporte y distribución necesarias debida a sus dificultades de almacenaje (A muy bajas temperaturas).
- De todos modos los carburantes sintéticos tienen también algunos inconvenientes:
Para ser considerados neutros en emisiones deben proceder de hidrógeno verde obtenido a través de fuentes de energía renovables que no emitan gases de efecto invernadero, y no todos los países están en condiciones de realizar este tipo de producción. - La independencia energética de los países productores de petróleo se podría sustituir por una nueva dependencia de los países capaces de producir el hidrógeno y el carburante sintético.
- El proceso de producción de combustibles sintéticos es realmente ineficiente a nivel económico con una conversión de al menos la mitad de la electricidad gastada en el proceso en nuevos combustibles líquidos.
Los Bio-combustibles son otra Alternativa Interesante
Los Biocombustibles son combustibles, principalmente utilizados hoy en día para el transporte, que derivan de fuentes renovables procedentes de plantas o animales que en su proceso de utilización emiten CO2 con “0” emisiones de carbono y que actualmente se presentan de muchos tipos e investigaciones en curso.
Son unos buenos sustitutos de los combustibles fósiles y en general los hoy disponibles en el mundo proceden de elaboraciones a partir de plantas.
Algunos ejemplos actuales de biocombustibles son los bioalcoholes (bioetanol. Biometanol o biobutanol), el biodiesel, el gas de síntesis, el biogás, y algunos biocombustibles sólidos como la madera, el carbón vegetal e incluso el aserrín.
Actualmente la producción e investigación de nuevos biocombustibles ha llevado a las industrias y a algunos países a pasar de primera y segunda generación hasta una tercera en la que se vienen denominando biocombustibles avanzados como es, por ejemplo, el diésel renovable derivado de hidrógeno que se produce a partir de grasas animales y aceites vegetales refinados.
Hay ya algunos países como EE.UU. y en general la Unión Europea, que están incentivando la producción y desarrollo de los biocombustibles con vistas de futuro, aunque todo indica que este tipo de combustibles podrán tener en un futuro una aplicación muy frecuente en medios de transporte más que en la automoción puntual de los usuarios de calle.