A fabricar combustibles sintéticos, los llamados ‘e-fuels’, se dedicará la planta que levantan Porsche y Siemens Energy en Chile, operativa desde 2022 y a plena producción en 2026
Porsche y Siemens Energy se han unido a un buen puñado de empresas internacionales para construir una planta industrial dedicada a la producción de combustibles prácticamente neutros en CO2 (e-fuels) en Punta Arenas, en el sur de Chile. La planta piloto, que se encuentra situada al norte de dicha localidad, en la Patagonia Chilena, comenzará a producir e-fuel a lo largo del próximo año, empezando por 130.000 litros pero ampliándose poco a poco hasta los 55 millones de litros anuales en una segunda etapa (2024), y hasta los 550 millones de litros que esperan estar produciendo a partir de 2026. Junto a Porsche y Siemens Energy, en dicho proyecto participa también la compañía chilena HIF (Highly Innovative Fuels), que ya ha obtenido todos los permisos medioambientales necesarios.
Y es que el país sudamericano se ha fijado unos objetivos de lo más ambiciosos en el marco de su Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, pues, por ejemplo, prevén una capacidad de electrolizadores de 5 gigavatios para 2025 y de 25 GW para 2030, buscando producir el hidrógeno más barato del mundo y convertir así a Chile en uno de los principales exportadores de este combustible y sus derivados.
El proyecto, que recibe el nombre de Haru Oni, aprovecha las condiciones excepcionales de viento en la provincia de Magallanes, en el extremo sur continental del país, para producir combustibles sintéticos (Porsche ya se encuentra en fase de pruebas con los e-fuels para sus vehículos de combustión) utilizando energía eólica renovable de bajo coste. En una primera fase, mediante electrólisis, se divide el agua en oxígeno e hidrógeno utilizando dicha energía eólica. Después, se filtra el CO2 del aire y se combina con el hidrógeno para producir metanol sintético, que a su vez se convierte en combustible sintético, o e-fuel.
En el innovador proyecto Haru Oni de Punta Arenas, que explora alternativas a la electrificación del parque automovilístico, además de Porsche, Siemens Energy y HIF están involucradas también las compañías Enel, ExxonMobil, Gasco y ENAP.