Han pasado más de tres décadas desde los primeros pasos hacia la liberalización del sector petrolero en España. La aprobación de la Ley de Ordenación del Sector Petrolero en 1992 marcó el inicio de una etapa transformadora que ha cambiado radicalmente el marco competitivo y regulatorio. Lo que comenzó como un proceso de desmonopolización ha desembocado en un mercado totalmente abierto, aunque sometido a una estricta fiscalización y con nuevas barreras que limitan la competencia efectiva.
En las últimas décadas, los Operadores mayoristas independientes han tenido que ir adaptándose a las nuevas obligaciones medioambientales y hacer frente a un fraude terrible que llegó a hacerse con un 25% del mercado. En este entorno, podemos identificar una serie de líneas de acción.
◉ Lucha contra el fraude en la distribución de carburantes. Ha sido una lucha larga, dura, que se ha desarrollado a todos los niveles y mediante múltiples iniciativas desde hace 15 años. El fraude ha sido una lacra terrible para los Operadores, perjudicando gravemente a los pequeños y medianos Operadores además de afectar a todos los ciudadanos al mermar considerablemente la recaudación fiscal y la protección medioambiental.
Desde UPI hemos desarrollado una estrategia integral de denuncia, visualización y colaboración institucional, hemos promovido reformas legales, impulsando enmiendas parlamentarias, proponiendo medidas concretas y participando activamente en el diálogo político y técnico. Gracias a este esfuerzo conjunto, en los últimos meses se ha logrado una notable reducción del fraude de IVA. No obstante, sigue pendiente de desarrollo normativo el nuevo mecanismo de garantía del IVA a la salida del depósito fiscal, cuyo diseño actual debe perfeccionarse para evitar impactos desproporcionados e injustos en nuestro sector.
◉ Cumplimiento de las nuevas obligaciones medioambientales. Además de la mayor complejidad de la operativa y del incremento de la carga burocrática con el consecuente riesgo de incumplimientos involuntarios, estas obligaciones con frecuencia generan desventajas competitivas a los Operadores sin capacidad de refino. En efecto, los Operadores sin capacidad de refino están presentes en toda la cadena incluido el almacenamiento, pero no son productores y eso hace que todas estas nuevas obligaciones puedan impactar de manera diferenciada entre refineros y no refineros y por lo que es necesario que, a la hora de legislar, se tenga en cuenta esta realidad de mercado porque de lo contrario, podemos estar generando desventajas competitivas y restringiendo la competencia efectiva. De hecho, la gran paradoja es que el mecanismo de garantía del IVA a la salida deldepósito fiscal que hemos promovido las Asociaciones ha sido configurado de forma que grava selectivamente a los pequeños y medianos Operadores sin justificación objetiva. Desde UPI, defendemos una legislación proporcionada, ordenada y técnicamente adecuada y pedimos coordinación entre las distintas administraciones. Que minimice la carga administrativa y no distorsione la competencia.
◉ Defensa de la neutralidad tecnológica en la transición energética y de los combustibles renovables. UPI es miembro de la Plataforma para los Combustibles Renovables, junto a otras 30 entidades de diversos sectores económicos.
Nuestra posición es clara: la neutralidad tecnológica debe ser el principio rector de la transición energética si queremos asegurar una descarbonización eficiente, compatible con la competitividad de la economía y el bienestar de la ciudadanía. En este contexto, los combustibles renovables deben ser plenamente reconocidos como una vía válida y necesaria de descarbonización del transporte y de la economía en general. No solo permiten reducir emisiones si no que fortalecen la seguridad energética y ofrecen una oportunidad para dinamizar el medio rural y la industria agraria.
◉ Diversificación del portfolio de negocios. Los operadores independientes están ampliando su portafolios hacia actividades como la importación y comercialización de combustibles renovables, GLP, GNL y GNC, así como la comercialización de electricidad y gas natural, la participación en el mercado de los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) y el desarrollo de servicios energéticos integrales. También se están evaluando modelos de recarga eléctrica, aunque actualmente su viabilidad económica está limitada por la baja demanda y los altos costes de inversión.
Estas nuevas líneas de negocio representan una decidida apuesta por adaptarse a un mercado energético más diverso y sostenible.
◉ Evolución de las estaciones de servicio. Las estaciones de servicio están llamadas a transformarse en puntos de suministro multienergéticos y de multiservicios. El objetivo es maximizar su valor logístico y relacional, aprovechando los desplazamientos tanto de particulares como de profesionales. Este proceso implicará automatización, digitalización y una atención integral a los consumidores, incorporando nuevos productos energéticos y servicios asociados a la movilidad y eficiencia energética.